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Photograph: KPA/Zuma/REX/Shutterstock
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SERVIMEDIA. Los machos humanos perdieron el báculo (hueso
del pene) hace alrededor de dos millones de años después de que en la
evolución del linaje se separaran de los chimpancés y de los bonobos y
predominara la monogamia como forma de apareamiento preferente.
Ésta
es la conclusión de
un estudio realizado por dos antropólogos de la
Universidad Colegio de Londres (University College London), que
examinaron cómo el báculo evolucionó en los mamíferos y exploraron su
posible función en primates y carnívoros, grupos de animales en los que
los machos de muchas especies tienen hueso del pene y otras no.
La
investigación, publicada en la revista ‘
Royal Society Proceedings B’,
señala que el báculo, que ha sido descrito como “el más diverso de todos
los huesos”, varía radicalmente en longitud, anchura y forma en los
mamíferos masculinos.
Los científicos analizaron la trayectoria
del báculo a través del tiempo y descubrieron que éste evolucionó en los
mamíferos y los carnívoros hace entre 145 y 95 millones de años, cuando
tuvieron un ancestro común.
El estudio indica que la presencia
del báculo está relacionada en la evolución de los primates con la
intromisión sexual prolongada (es decir, cuando la penetración dura más
de tres minutos de forma continua) y con altos niveles de competencia
posterior al coito entre los machos.
"Nuestros hallazgos sugieren
que el báculo desempeña un papel importante en el apoyo a las
estrategias reproductivas masculinas en las especies donde los varones
se enfrentan a altos niveles de competencia sexual postcopulatoria.
Prolongar la intromisión ayuda a un macho a vigilar una hembra desde el
apareamiento ante otros competidores, incrementando sus posibilidades de
transmitir su material genético”, explica Matilda Brindle, una de las
autoras del estudio.
La investigación ofrece pistas de por qué
los seres humanos no tienen báculo y están asociadas a que el objetivo
del varón evolucionó a únicamente eyacular, con lo que se acortó la
duración de intromisión sexual.
“CLAVO FINAL EN EL ATAÚD”
En
las especies con apareamiento entre múltiples machos y hembras (algo
conocido como poligamia), existe una aguda competencia entre los machos
para fertilizar a una hembra. Sin embargo, los sistemas de apareamiento
de los humanos no son así, que tienden a ser monógamos, por lo que sólo
un hombre accede a una hembra y la competencia posterior al coito está
ausente o se reduce a niveles muy bajos.
“Los seres humanos no
tienen prolongadas duraciones de intromisión ni altos niveles de
competencia sexual postcopulatoria. Dados los resultados de nuestro
estudio, esto puede ayudar a desentrañar el misterio de por qué el
báculo se perdió en el linaje humano”, apunta Brindle.
Los
chimpancés y los bonobos, que son parientes más cercanos a los seres
humanos, tienen un báculo muy pequeño (entre seis y ocho milímetros) y
duraciones cortas de intromisión (alrededor de siete segundos para los
chimpancés y 15 segundos para los bonobos), pero se caracterizan por ser
polígamos, con lo que los machos experimentan altos niveles de
competencia postcopulatoria. Los investigadores sugieren que ésta puede
ser la razón por la que estas especies han conservado un báculo, aunque
pequeño.
"Después de que el linaje humano se dividiera entre
chimpancés y bonobos y nuestro sistema de apareamiento se desplazara
hacia la monogamia, probablemente después de hace dos millones de años,
las presiones evolutivas que retenían el báculo probablemente
desaparecieron. Esto puede haber sido el clavo final en el ataúd para el
báculo ya disminuido, que entonces se perdió en los seres humanos
ancestrales”, explica Kit Opie, coautor del estudio.
diariosigloxxi.com /
Link 2
Why don't humans have a penis bone? Scientists may now know | The Guardian
Speed of human mating might be behind the lack of a baculum in humans, suggests study tracing bone’s evolution
It can be as long as a finger in a monkey. In the walrus, it can be two feet long. But the human male has lost it completely. And researchers are a little stumped.
Known as the baculum to scientists with an interest, the penis bone is a marvel of evolution. It pops up in mammals and primates around the world, but varies so much in terms of length and whether it is present at all, that it is described as the most diverse bone ever to exist.
Prompted by the extraordinary differences in penis bone length found in the animal kingdom, scientists set out to reconstruct the evolutionary story of the baculum, by tracing its appearance in mammals and primates throughout history.
They found that the penis bone evolved in mammals more than 95 million years ago and was present in the first primates that emerged about 50 million years ago. From that moment on, the baculum became larger in some animals and smaller in others. The stump-tailed macaque, an animal that weighs only 10kg, has an extremely long baculum for its size, with the bone extending for 5cm. The bone is five times the size of the baculum in the collared mangabey, which is a slightly larger monkey.
Kit Opie who ran
the study with Matilda Brindle at University College London, said that penis bone length was longer in males that engaged in what he called “prolonged intromission.”...